Aunque llevo un tiempo sin escribir aquí es complicado (por inercia básicamente) dejar de seguir todo lo que acontece entorno a Microsoft. Pero sí me ha venido bien para salir a la superficie y verlo todo con una perspectiva menos “Insider”.
Objetivamente los datos de Microsoft son extraordinarios. Una nube increíblemente fuerte, un conglomerado de servicios del más alto nivel que reportan buenos números también y un sistema operativo de escritorio líder. Aunque esto seguro que lo sabíais no viene mal recordarlo porque querrá significar que pese a lo que expondré más adelante, la compañía pasa por uno de sus mejores momentos económicos.
La compañía “sin alma”
Creo que ese llamativo titular puede resumir mi visión acerca de esta empresa actualmente. 2017 ha sido un año con bastantes sombras para el público general (me refiero al no empresarial) y es que hemos “sufrido” lo que tantas veces nos dijeron y no creímos: Windows Phone está muerto.
En ocasiones nos reímos de ello pero poco a poco se nos fue cambiando la cara al ver que nuestras peores pesadillas se estaban haciendo realidad. El tono frío a la hora de responder acerca del futuro del segmento móvil (incluso algún dirigente del programa Insider se enfadaba si le preguntaba) y la migración sin prisa pero sin pausa de los propios trabajadores de Microsoft a otros sistemas nos hizo temer lo peor.
Hasta que el jarro de agua cayó, como no podía ser de otra manera en la nefasta política de comunicación de la compañía, por Twitter. Alguien preguntó a Joe Belfiore y este congeló durante un instante nuestros corazones más fans. Lo que nos llevaban diciendo años, lo que no creímos, lo que no quisimos creer. Se cumplió y de la manera más aséptica posible.
Pero no solo Windows 10 Mobile ha echado la persiana este año. Groove Música ha sido otro de los afectados por la nueva filosofía de Microsoft de cerrar todo aquello deficitario y no cloud. Pero tampoco podemos decir que hayan puesto todo su empeño en querer sostenerlo: precios fuera de mercado, sin planes familiares, aplicaciones para otros SO tirando a regulares…
También quiero hacer mención a las recientes presentaciones de productos. No voy a analizar la calidad de los mismos pero sí quiero remarcar que algún miembro de la familia Surface se ha presentado por la “puerta de atrás”. Tampoco pido la celebración de un macroevento para la puesta de largo de un nuevo integrante pero tampoco se merece un anuncio en el Blog de Windows. Sin pena ni gloria.
El usuario común y fan de la compañía ha perdido -también- un poco la chispa a la que hago referencia en el título. A parte de lo citado anteriormente, tenemos un programa Insider algo descafeinado (en parte por el abandono del entorno móvil), otro segmento tablet (el formato estándar de 7-10″) donde Windows está muy por detrás; lo que nos conduce directos a las dudas que se han levantado entorno a las aplicaciones UWP y a su falta de pilares en la actualidad. Esto último da para otro extenso artículo que si consigo tiempo haré.
La otra cara de la moneda en este año ha sido el departamento Xbox con su One X. Un segmento de negocio que parece ser una compañía completamente independiente y que lo está haciendo muy bien en prácticamente todos los sentidos. Han sabido cuidar a la comunidad hasta en los momentos menos dulces y al final todo eso se refleja exponencialmente en los usuarios.
Las comparaciones son odiosas, pero imprescindibles
Aquí quiero hacer referencia a Apple y Google. Ambas compañías con sus más y sus menos han sabido jugar mejor sus cartas en el mercado de consumo. Tanto Android como iOS han evolucionado enormemente mientras Windows 10 Mobile se quedaba estancado. Esto ocurre por la afamada pescadilla que se muerde la cola (recomiendo mucho la lectura de ese artículo de mi compañero Javi) y el mejor ejemplo es cuando se apostó -de verdad- por el sistema. Incluso llegó a vender más que iOS en algunos mercados importantes.
La nueva, nueva apuesta de Microsoft es Windows 10 en ARM, veremos como actúan en un mercado más polarizado que nunca y con menos actores (cabe destacar que ha habido otros SO móvil que se han perdido por el camino). Pero nos da un poco de esperanza sobretodo para la plataforma de aplicaciones.
Pero ahora hay un par de diferencias: Android funciona excelente y iOS sigue teniendo su público incondicional. El momento de entrar al entorno móvil ha concluido, es más, lo hizo hace un par de años. Y hubo un actor que no resistió, nuestro favorito.
El futuro es imposible de predecir pero lo que puedo decir a día de hoy, es que el consumidor no empresarial mira (y mirará) reticente y con cautela todo lo que presenten los de Redmond… ¡A ver quién es un early adopter ahora!