Ayer fue el momento de hablar de los nuevos acuerdos en los que se ha trabajado a lo largo del año. Esto sirve de referencia a todas las empresas y les ayuda a ver como evolucionar su manera de trabajar aplicando las nuevas tecnologías. Microsoft llegó a un acuerdo para ofrecer los servicios de computación en la nube a los vehículos conectados de Nissan y Renault.
Nissan y Renault se suben a la nube de la mano de Microsoft
La empresa de Redmond será la encargada de proporcionar la infraestructura en la nube para los dos fabricantes de vehículos de automoción. Esto permitirá conocer los datos de navegación y los consumos de combustible además de poder ver el estado del vehículo de manera remota.
La compañía americana también ayudará a las empresas bajo la dirección de Carlos Ghosn a diseñar interfaces para sus marcas. Los vehículos con las nuevas funcionalidades podrían estar en el mercado en 2018 y tan solo dos años después podría haber más de 10 vehículos de conducción autónoma en el mercado.
Jean-Philippe Coutois, líder de ventas globales, marketing y operaciones, indicaba que este será un acuerdo para el futuro. Los acuerdos de las empresas automovilísticas con los gigantes de la tecnología no dejan de sucederse. La semana pasada la alianza Renault-Nissan adquirió la empresa de software francesa Sylpheo. En marzo, General Motors hizo lo propio con Cruise Automation. Mientras, Fiat Chrysler se ha asociado con Google. Por último, los fabricantes alemanes (BMW, Audi y Daimler) compraron el negocio de mapas de Nokia para mejorar su sistema de conducción autónomo.
¿Donde queda la privacidad?
Algunas personas ya han alzado la voz con el tema de la privacidad y la información que se muestra de lo que hacemos. Esta información podría usarse para saber donde viajamos, que buscamos en Google y a partir de ahí vendernos servicios.
Desde Microsoft, Jean-Philippe Courtois ya ha indicado que ellos son un mero proveedor de servicios. Su objetivo no es otro que el de ayudar a los fabricantes de automóviles y nunca entrarían a competir con ellos.
La ventaja de los coches conectados radica en la posibilidad de llevar un seguimiento de los elementos del vehículo y poder informar al dueño de cualquier anomalía en su vehículo. Esto reduce de manera sustancial los problemas relacionados con el mantenimiento y la vida útil del vehículo.