Mucho ha pasado desde que se lanzó en 2013 junto con la Xbox One, tras una buena recepción en Xbox 360, el dispositivo que iba a cambiar la forma de interactuar con nuestras consolas, Kinect 2.0. Y es que 4 años después este dispositivo “revolucionario” apenas tiene protagonismo en esta consola, habiéndose quedado en un segundo plano, por lo que podríamos preguntarnos, ¿realmente Kinect ha muerto?
Kinect, un accesorio obligatorio
Para responder a esta pregunta deberíamos remontarnos al 2013, año de presentación por parte de Microsoft de la nueva generación de consolas, donde este dispositivo tomó un papel protagonista junto con Xbox One introduciéndose como accesorio indispensable para la consola, ya que según Microsoft, el control por voz y gesto tendrían una gran relevancia esta generación.
Que viniese incluido obligatoriamente en el pack de la consola fue el causante de que este nuevo hardware saliera al mercado por un precio de 499€, casi 100€ más que la competencia. Esto hizo que gran parte de las críticas se centraran en este dispositivo, por lo que ya de por sí su salida no empezó con buen pie.
Rectificar es de sabios
A pesar de las numerosas declaraciones por parte de Microsoft afirmando una y otra vez que no se lanzaría un pack de Xbox sin Kinect, finalmente casi un año después y con Phil Spencer al mando, los de Redmond tomaron la acertada decisión de venderlo por separado, haciendo posible hacerse con una Xbox One por 399€, ajustándose con el precio de su competidora.
Desapareciendo poco a poco
Tras su separación del pack, poco a poco Kinect ha ido relegándose a un segundo plano. Son varios los culpables de todo esto, siendo la escasez de juegos enfocados a este mercado y el hecho de que estos títulos fuesen dirigidos casi de forma exclusiva al público casual dos de los principales culpables.
Hablamos de juegos como ‘Fighter Within’, ‘Crimson Dragon’, ‘D4: Dark Dreams Don’t Die’. No obstante también encontramos títulos que si supieron sacar partido de Kinect, hablamos de títulos como “Kinect Sports Rivals”, “Fruit Ninja”, “Zoo Tycon” o “Xbox Fitness”, aunque este último echó el cierre en junio de 2017, y que al parecer iba a complementarse con el primer SmartWatch de Xbox.
Otra causa de su pérdida de protagonismo la encontramos en las numerosas actualizaciones de la interfaz que ha ido sufriendo Xbox One desde su lanzamiento, ya que Kinect fue culpado de usar muchos recursos del sistema, por lo que cada vez el menú de inicio ha ido centrándose más en la fluidez y ha ido dejando a un lado las funcionalidades de Kinect.
La realidad aumentada y virtual
Y finalmente la llegada de la realidad aumentada y virtual a nuestras vidas han hecho que Kinect se haya quedado en las sombras. Con una Xbox One X enfocada en la realidad virtual y una Microsoft invirtiendo más que nunca en dispositivos como Hololens, dejando claro que el futuro pasa por estas nuevas tecnologías.
El futuro de Kinect
Habiendo explicado esto, volvemos a la pregunta del millón, ¿donde va a parar Kinect? Bien, aunque muchos jugadores no den uso de este dispositivo en sus consolas, donde me incluyo, bien es cierto que esta tecnología esta siendo realmente útil en otros sectores, como en el de la salud o incluso en el artístico, donde sus avanzados sensores ofrecen un gran abanico de posibilidades.
En resumidas cuentas, Kinect ha marcado un antes y un después en la nueva consola de Microsoft y ha marcado el camino a nuevas tecnologías como la realidad aumentada y virtual, pero no podemos darlo por muerto, ya que su avanzada tecnología da mucho por ofrecer más allá del entretenimiento. ¿Vosotros seguís usando Kinect? ¿Creéis que ha muerto definitivamente?