Esta semana conocíamos que Microsoft no podría cumplir su promesa de actualizar todos los smartphones Lumia con Windows Phone 8 e, incluso, el Blu Win JR a Windows 10 Mobile. Pese al intento de los de Redmond de lograr su objetivo, el feedback que entregaban los Insiders cuyos dispositivos contaban con un Snapdragon S4 y/o 512 MB de RAM no era lo suficientemente bueno para que Microsoft se decidiese a actualizarlos.
Una de las incógnitas que surgieron tras esta decisión es qué porcentaje de los smartphones actuales quedarían sin recibir Windows 10 Mobile, ya que los datos que teníamos de AdDuplex en meses anteriores nos mostraban como el Lumia 520 seguía reuniendo un 12,6% de los smartphones con Windows Phone. También, desconocíamos qué porcentaje de los Lumia 635 utilizaban 512 MB de RAM y qué smartphones del apartado “Other” quedarían sin actualizar.
Pese a que AdDuplex sigue sin dar porcentajes exactos, ha publicado en su último informe un gráfico que nos indica la tasa de adopción de Windows 10 Mobile, así como los porcentajes tanto de dispositivos actualizables como no actualizables. El dato no es nada esperanzador, ya que vemos cómo el 49,6% de los smartphones con Windows Phone no podrá actualizar al nuevo sistema operativo.
Pese a que poco más de la mitad de los Windows Phone, un 50,4% concretamente, actualizarán a Windows 10 Mobile vemos una pequeña buena noticia dentro de ese dato. La noticia es que, pese a lo extraño del proceso inicial de actualización en el que es necesario utilizar Update Advisor, un 15,2% de los usuarios que optan a la actualización ya se encuentran utilizando la última versión del software, lo que indica que la tasa de adopción está siendo realmente alta.
De hecho, podemos observar cómo en los datos recopilados el 18 de marzo, un día después del lanzamiento de la actualización a Windows 10 Mobile, un 7,7% del total de los smartphones Windows ya utilizaban el sistema operativo universal, lo que supone un aumento del 2,4% respecto a las cifras de febrero. Desconocemos qué porcentaje corresponde al uso de la Insider Preview de Windows 10 Mobile.
Otro de los datos que encontramos en los gráficos es que el Lumia 640 no detiene su crecimiento en la cuota de mercado y se postula como gran rival para desbancar al Lumia 520. El smartphone de gama media se encuentra en algunos sitios web entorno a los 115 euros, lo que unido a las especificaciones del dispositivo le brinda una gran relación calidad-precio.
Antes de “poner el grito en el cielo” por la fragmentación que puede crearse en torno a Windows Phone y Windows 10 Mobile, vamos a analizar cuál es la situación en los otros dos sistemas operativos mayoritarios, iOS y Android. Ambos representan las dos caras de la misma moneda y veremos con el sistema operativo de Microsoft se encuentra a medio camino.
¿Qué es lo que ocurre en Android?
Android, pese a sus particularidades como sistema operativo, se enfrenta al problema de la fragmentación a diario. El sistema operativo de Google depende prácticamente al 100% de los fabricantes para recibir soporte y actualizaciones, obviando casos excepcionales como Android One, lo que supone que sean ellos los que tienen que trabajar en adaptar el software al hardware de sus terminales.
La diversidad del hardware utilizado en los smartphones y tablets, así como la variedad de productos en las distintas gamas hacen que los fabricantes opten, normalmente, por actualizar dos versiones hacia arriba sus dispositivos de gama alta, actualizando ocasionalmente la gama media y dejando la gama baja sin soporte de actualizaciones.
Normalmente, aquellas empresas que utilizan capas de personalización y modifican el sistema operativo son las más reticentes a ofrecer las actualizaciones, mientras que aquellas que utilizan lo que se conoce como “Android puro” suelen actualizar con más frecuencia, como es el caso de Motorola o la gama Nexus de la propia Google.
Así, nos encontramos con que el grueso de sus smartphones, un 34,3%, sigue utilizando Android 4.4, que se lanzó en octubre de 2013, seguido por Android 5.0 (junio de 2014) y 5.1 (marzo de 2015). La última versión oficial de Android, Marshmallow, cuenta con un 2,3% de cuota y fue lanzada en mayo del año pasado. De hecho, muchos fabricantes siguen trabajando para lanzar la actualización a esta versión del sistema operativo mientras se espera que Android N vea la luz de forma oficial dentro de unos meses.
¿Qué hace Apple con iOS?
El entorno de Apple es el más cerrado de todos, ya que la misma empresa desarrolla el software y los dispositivos, por lo que darles soporte es mucho más sencillo para ellos. Los dispositivos de Apple, enfocados por sus especificaciones a la gama alta, cuentan con un ciclo de actualizaciones con una media de 4 años. Además, se da la condición de que los poseedores de un iPhone suelen renovar su dispositivo con frecuencia y repetir con la marca, lo que hace que la fragmentación sea escasa.
Según la información de los de Cupertino basada en el acceso a la App Store, el 79% de los usuarios de iOS se encuentran en la novena versión del sistema operativo, dejando a tan solo un 21% en versiones anteriores. Ahora veremos cómo Windows 10 Mobile quedará a medio camino entre iOS y Android en cuanto a fragmentación y en cuanto a actualizaciones.
Windows 10 Mobile, cuando la moneda cae de canto
Pese a las críticas que le han llovido a Microsoft estos días, podemos decir a su favor que en ningún momento han demostrado que quisieran “dejar tirados” a los smarphones con Snapdragon S4 y/o 512 MB de RAM, ya que fueron incluidos dentro del programa Windows Insider y su feedback era tan válido como el de los demás usuarios. Su problema fue, más bien, prometer que conseguirían actualizarlos.
Pese a que hardware y software llevaban caminos separados, la alianza de Microsoft con Nokia y su posterior compra, hacía que el modelo de actualizaciones de Windows Phone pareciese similar al de Apple con iOS, exceptuando el caso de Windows Phone 7. La realidad es que no sólo Nokia utilizaba el sistema operativo de Microsoft y eran los fabricantes quienes marcaban su propio camino en cuanto a hardware y modelo de actualizaciones.
Ahora, con Windows 10 Mobile las actualizaciones del sistema operativo corren a cuenta de Microsoft, mientras que el fabricante del teléfono solo tiene que encargarse del firmware. Esto significa que, pese a que nos encontremos un gráfico que indica un fragmentación del 49,6% en contra del último sistema operativo, irá desapareciendo con el tiempo de la misma forma que ocurrió con Windows Phone 7.
Que la mayoría de smartphones que se venden actualmente con Windows Phone, exceptuando numerosas regiones de Latinoamérica, sean actualizables a Windows 10 Mobile, que los nuevos terminales se presenten con la nueva versión del sistema operativo (a diferencia de lo que ocurre actualmente con Android) y gracias la convergencia resultante de las aplicaciones universales dan como resultado que AdDuplex indique en su informe que las apps UWP tienen 6 veces más potencial.
Por lo tanto, a lo largo del tiempo la fragmentación creada por la actualización del 50,4% de los dispositivos existirá durante los primeros meses de vida de Windows 10 Mobile e irá disminuyendo a lo largo del tiempo. Esto no quiere decir que quienes posean un smartphone con Windows Phone 8.1 no actualizable tengan un terminal “muerto”, ya que los desarrolladores seguirán dando soporte a sus aplicaciones hasta que su cuota con respecto a Windows 10 Mobile sea mucho menor.
Esto lo vamos a ver en aplicaciones como WhatsApp o Telegram, quienes de sacar una app UWP para Windows 10 Mobile seguramente seguirán manteniendo y actualizando sus apps para Windows Phone 8.1. De hecho, el propio Rudy Huyn confirmó en su cuenta de Twitter que seguirá dando soporte a sus aplicaciones de dicho sistema operativo.
With today’s announcement, I’m very glad to haven’t drop the support of 8.1 apps & continue to update them regularly #dropbox #6tag #6tin…
— Rudy Huyn (@RudyHuyn) 17 de marzo de 2016
En definitiva, nos encontramos ante un caso muy similar al de Windows Phone 7 aunque con un mayor volumen de terminales vendidos, lo que puede hacer que el problema de la fragmentación dure algo más de lo que fue en el caso del viejo sistema operativo, pero remitirá con el paso del tiempo. Además, ahora con el nuevo sistema de actualizaciones ningún fabricante podrá dejar a nadie atrás.