Una de las cosas que siempre ha levantado tanto amor como odio en el sistema operativo de los chicos de Redmond ha sido los fondos de pantalla. Pero Microsoft escucha al usuario y ya hemos visto como trata de, dentro de lo posible, adaptarse a sus necesidades.
Había gente a la que le encantaba el sistema de fondos de pantalla que presentaron con Windows 8.1. Esto es: no existía un fondo de pantalla tal cual como lo habíamos conocido siempre, sino que el fondo de los tiles tomaba la imagen que eligiéramos de fondo de pantalla. Pero no a toda.
Dar opciones siempre es el camino correcto
Esto, como ya hemos dicho, gustaba a mucha gente, pero había otra que preferían un estilo más clásico. Microsoft ha sabido complacer a todo el público, ofreciendo diferentes configuraciones de fondos de pantalla.
Como podemos observar, por un lado tendríamos la típica opción que ya teníamos desde Windows Phone 8.1 y las dos nuevas que llegan con Windows 10, que al fin y al cabo se tratan de dos variantes de una misma configuración.
El fondo, que anteriormente solo podía ser blanco o negro, toma el papel de tapiz que nosotros elijamos y los tiles se vuelven transparentes, con diferente grado de trasnparencia. Es de suponer que no todos los tiles serán transparentes y que algunos mantendrán el color que el desarrollador decida. ¿Qué os parece esta solución dada por parte de Microsoft? ¿Os gustan más los nuevos o el viejo?
Fuente | Winbeta