Hoy es uno de esos días que parece que nunca llegarán, Windows XP dice hasta siempre, después de varios avisos de Microsoft y de continuos retrasos en su final, motivados por las empresas en su mayoría, éste ha acabado llegando.
Windows XP nació de la gran idea que era utilizar el núcleo NT también para la rama doméstica de Microsoft Windows, basada hasta entonces en núcleo construido a partir de MS-DOS, y que heredaba ciertas limitaciones que ponían al sistema en un apuro en cuanto a estabilidad y seguridad.
Windows XP se tomó en serio la experiencia de usuario, de ahí su nombre eXPerience, brindando el mayor cambio que se había realizado en la interfaz Windows desde el cambio de Windows 3.1/3.11 a Windows 95: la interfaz Luna. Incluso, era capaz de funcionar sobre una pantalla táctil, ¿os suena esto en los últimos años?. Además, tendría mucho que ver con la creación de la plataforma de futuro para Microsoft, la que después conocimos como .NET, ya que, según Microsoft, el futuro de todo iba girar alrededor de la red de redes. Windows XP trajo compatibilidades con un gran número de tecnologías de internet y dispositivos de forma nativa, amplificando el aspecto multimedia del fallido Windows ME y estableciendo la base del framework .NET. La utilización del núcleo NT, y el grado de refinamiento al que fue sometido el sistema en sí a través de los Service Packs y las actualizaciones, propiciaron un nivel de seguridad, rendimiento y estabilidad nunca visto en Windows, acabando con muchos males de diseños obsoletos.
El propio Bill Gates anunció que “Windows XP representa la realización de un sueño que en Microsoft hemos tenido por mucho tiempo: tomar el extenso y potente código construido con Windows NT y convertirlo en la base de todos los PCs, tanto para consumidores como para empresas, servidores, etc.”. Windows XP se lanzó el 25 de Octubre de 2001 y fue dotado de una brutal campaña de marketing, similar a la que gozó Windows 95 en su momento.
Windows XP fue el cambio necesario en Windows para acabar con los tópicos e igualarse o superar a Mac OS y el resto de sistemas Unix. Estableció las bases de las versiones posteriores, que fueron refinando y embelleciendo la interfaz, como hizo Windows Vista, y, posteriormente, optimizando el sistema, como estamos viendo con Windows 7 y Windows 8.x. Por este motivo, añadiendo el conservadurismo de las empresas, y dado que, la gente suele conservar su equipo si éste no le da muchos problemas, Windows XP sigue teniendo una gran cuota de mercado después de tanto tiempo.
Pero, todo tiene su fin, y sólo por las mejoras de arquitectura, soporte de hardware, seguridad y optimización, empieza a resultar absurdo utilizar Windows XP teniendo alternativas tan buenas como Windows 7 o Windows 8.x. En contraposición, hay gente que lo usa porque su equipo no va tan ligero con versiones posteriores, e influye que la moda actual es cambiar el smartphone cada año mientras que el ordenador, mientras vaya bien, puede esperar. Pero no nos engañemos, Windows XP está obsoleto, tiene un diseño obsoleto, con navegadores obsoletos como Internet Explorer 6, 7 y 8 que apenas se adaptan a los nuevos estándares web. No os digo que tiréis a la basura un ordenador si funciona bien, pero el camino que sigue este mundo (dispositivos móviles, la nube, wearables…) no tiene nada que ver con el modelo de informática que existía cuando se presentó Windows XP. Al fin y al cabo, podemos establecer el símil comparando la situación con utilizar un automóvil de hace 15 años.
Si tienes un equipo con Windows XP, estos son los requisitos mínimos para actualizar:
- Un procesador de 1 GHz.
- 1 GB de RAM para 32 bits o 2 GB de RAM para 64 bits.
- 16 GB de espacio mínimo de disco duro para 32 bits o 20 GB para 64 bits.
- Una tarjeta gráfica compatible con Microsoft DirectX 9 con controlador WDDM.
Recomendamos realizar una copia de seguridad de tus datos e instalar Windows 8.1 desde cero, sin actualizar, y, si es posible, con un formateo de disco duro, para asegurarnos que empezamos de nuevo y no heredamos ninguna librería que nos cause posteriores problemas. Sobre los drivers o controladores, si tus componentes no tienen controladores para Windows 8, los de Windows 7 o Windows Vista son compatibles y no suelen dar problemas, y a las malas, deberíamos utilizar los de Windows XP. Si necesitamos ejecutar software incompatible con versiones posteriores a Windows XP, siempre podremos utilizar un Windows XP virtual con VirtualPC, vmWARE o VirtualBox.
Recordad que Windows XP puede seguir usándose sin soporte, eso sí, os perderéis todas las novedades de software tanto de Microsoft como de terceras compañías y compatibilidad con las últimas tecnologías y ecosistemas. Si vuestro equipo cumple sobradamente los requisitos, os animamos a que actualicéis, Windows 8.x ha demostrado ser superior a Windows 7, que a su vez mejoraba la estabilidad y robustez de Windows XP. Al fin y al cabo, todo es cuestión de costumbres (aún recuerdo el cambio radical entre el Administrador de Programas de Windows 3.1 y el Menú Inicio).
El mayor problema lo tendrán los terminales y equipos viejos de los sistemas más intocables de las empresas, como los cajeros automáticos, las pantallas expositor o los viejos sistemas de gestión que aún corren sobre MS-DOS. Las empresas ahorran lo máximo posible, y a veces no se dan cuenta del peligro de una base obsoleta, aunque el sistema propio corporativo sea ultra-seguro. Un ejemplo del absurdo lo tenemos en los típicos TPV con Windows XP táctil, cuando Windows 8.x con una simple App Modern UI podría proporcionar mejor soporte y un uso más natural, mejorando la experiencia.
Windows XP ha durado tantos años por su calidad, sí, aunque haya gente que lo niegue, Windows incrementó su calidad exponencialmente gracias a la base construida por Windows XP. Nació de una necesidad de evolucionar y nos ha acompañado durante más de una década, en la que han ocurridos increíbles cambios: redes sociales, web 2.0, DVD y Blu-Ray, alta definición, USB 2.0 y 3.0, mayores anchos de banda, arquitecturas de 64 bits, OpenCL y CUDA, procesadores multi-núcleo, smartphones desde Symbian/Windows CE hasta iOS/Android/Windows Phone, y podría seguir con mil cosas más. Windows XP siempre ha estado ahí. Será una leyenda y siempre lo recordaremos, fue el sistema de la “generación del Messenger”. La tecnología avanza muy rápido, los PCs también deben avanzar. Gracias por el servicio prestado durante tantos años. Hasta siempre Windows XP y hola Windows 8.1.