HoloLens nos dejó con la boca abierta la primera vez que lo vimos, hace casi dos años y es que la tecnología holográfica de Microsoft es una de las revoluciones indiscutibles de esta década. Parte de la “culpa” la tiene una joven española, Mar González Franco, que trabaja en el legendario edificio 99 del campus de la compañía en Redmond. Como muchos sabéis, en este edificio se han hecho realidad ideas tan punteras como Kinect y más actualmente HoloLens.
Las previsiones de Mar se centran en una mejora sustancial de esta tecnología, con un seguimiento del movimiento mejorado y que será clave para sumergirnos en “avatares virtuales sintiendo de verdad en primera persona”.
Nos sumergiremos en avatares virtuales con sensaciones en primera persona
Pero no se queda aquí, la navarra apuesta por sistemas de realidad virtual multisensoriales, capaces realmente de inducirnos alucinaciones que se mezclarán con la realidad. En el futuro, según González, los sistemas no se quedarán en el límite de la percepción visual o auditiva, sino que incluirán sensaciones táctiles y de movimiento.
Aunque el desarrollo de HoloLens es exclusivo de Microsoft, la tecnología de Windows Holographic se podrá exportar a los clásicos partners de la compañía. Dell o HP son algunas de las marcas que van a apostar fuerte por ella.
Apuesta también por democratizar los dispositivos de realidad virtual, la tendencia de los próximos años será abaratar y mejorar los productos para que más personas puedan acceder a él. Apunta que lo que estamos viendo ahora es solo una fracción de todo lo que está por llegar.
Sus inicios en Microsoft: Una beca de verano
Mar González tuvo su primer contacto con Microsoft en una beca de verano en 2013. Tras un periodo de tiempo, Zhengyou Zhang, con el que compartió beca de verano, llamó a Mar para ofrecerle un puesto en la compañía de Redmond. “Probablemente sea el pensamiento a largo plazo por el que Microsoft es una de las empresas más longevas del sector tecnológico y tiene un laboratorio de investigación tan prestigioso” concluye.