Cinco días, eso es todo lo que he podido durar utilizando la última build de Windows 10 Mobile. Después de un mes probando la compilación 10512, y tras actualizar a la actual 1056, he tenido que volver a Windows Phone 8.1. Antes de contaros mi experiencia, os debo advertir que volver desde el futuro sistema operativo de Microsoft al actual puede resultar en algo traumático, especialmente en un Lumia 1520.
Mi experiencia con la build 10512, lanzada el 13 de agosto
La build 10512 presentaba muchos problemas, especialmente con la carga de las aplicaciones, los tan temidos “Cargando” y “Reanudando” estaban de vuelta, de una forma salvaje, como nunca antes podíamos haber visto en Windows Phone 8.1 pese a todo el mal uso que podíamos dar al dispositivo. La primera semana no les di demasiada importancia, efecto placebo lo llamaban.
No sé si es por el tiempo que perdía esperando a que se iniciase la aplicación o porque iba teniendo más apps en mi teléfono, pero me daba la impresión de que los “Reanudando” se iban volviendo eternos, hasta el punto en el que crasheaban las apps durante la carga y no las podías abrir pasados unos segundos. Hay quien dice que el culpable de esto es Telegram Messenger, no lo descartaría la verdad.
Era tentador volver a Windows Phone 8.1, pero cuando veías las aplicaciones de Windows 10… No hay palabras para describirlo. El diseño, las funcionalidades… Todo era infinitamente mejor, y más con una pantalla de 6 pulgadas, mover el teclado hacia un lado o bajar la pantalla para llegar a la zona superior de una app es algo que ahora voy a echar mucho de menos.
La tan esperada actualización, llega la build 10536
Semanas esperando una nueva compilación de Windows 10 Mobile para el programa Insider, día sí y día también en que Gabe Aul publicaba en Twitter: “No new builds today”. La tan esperada actualización que reduciría los reanudando y cargando no llegaba, queríamos ver algo similar a lo que tendríamos en la RTM y nuestras ansias de Insider ya no querían, ni pedían, exigían una nueva build.
El 15 de septiembre llegaba la compilación 10536, todos a corriendo a actualizar nuestro dispositivo. Tras la ansiedad generada porque la descarga no pasaba del 0%, el teléfono comenzaba a mostrar progresos hasta que finalmente llegábamos hasta la última build. Todo era increíble, apenas había errores y, efectivamente, la cantidad de reanudando y cargando era equiparable a la que teníamos en Denim, o Update 1, en Windows Phone 8.1.
En conclusión, nos encontrábamos la fluidez de Windows Phone con las aplicaciones y novedades de Windows 10. Pero todavía la faltaba estabilidad, hacer una foto y que se reiniciase el móvil, que en ocasiones el sistema operativo no te hiciese caso tras encender el smartphone y, sobre todo, que la batería se esfumase sin cómo ni porqué hicieron que haya acabado volviendo a Windows Phone 8.1.
El problema de la batería en la build 10536 es algo preocupante para el uso diario en nuestros smartphones. Si media hora viendo una serie en Atresplayer consumía un 10% en Windows Phone, en Windows 10 consumía entre un 30% y un 40% o que el móvil en reposo consumiese más del 10% en una hora llegaron a hacer que tuviese que apagar el terminal muchas veces para dosificar la batería. 3.400 mAh que no duraban nada.
¡Aviso para navegantes! Volver a utilizar Windows Phone 8.1 puede provocar lesiones neuronales graves, entiéndase la ironía. Pero sí debo avisar que el diseño, especialmente a la hora de aprovechar una pantalla como la del 1520, y que funciones como las de las apps de Correo y Calendario, Contactos, Xbox, o la cuarta columna se terminan echando mucho de menos. Antes de volver, pensaroslo dos veces.