Como muchos supondríais, el debate de esta semana estaba destinado a girar entorno a la presentación del Nokia X2 por parte de Microsoft, un nuevo dispositivo de su gama Nokia X que corre un fork de Android, al igual que sus predecesores, el Nokia X, Nokia X+ y Nokia XL.
Tras ver las prestaciones y el precio del terminal, muchos usuarios se preguntan, y con razón, por qué el Nokia Lumia 630 con Windows Phone 8.1 no ha gozado de los mismos privilegios a nivel de hardware, pues tiene algunas carencias insalvables como la ausencia de flash y de cámara frontal, además de los 512 MB de RAM.
La pregunta es, ¿por qué Nokia ha apostado más fuerte por su buque insignia en la gama baja de Android antes que por su homólogo en Windows Phone? Si me permitís participar, yo diría que esto se debe a la mayor competencia que existe en Android en ese segmento del mercado, mientras que en Windows Phone actualmente Nokia goza de una posición de quasi-monopolio. No obstante, no las tengo todas conmigo al realizar esta afirmación, pues se debe entender el mercado como un todo global independientemente del SO, donde las gamas bajas de Windows Phone no compitan entre sí, sino con las gamas bajas de otros sistemas operativos.
Y vosotros, ¿Qué pensáis sobre ello? ¿Creéis que Microsoft está tirando piedras sobre su propio tejado con este movimiento?