La situación en el área de los wearables ha cambiado mucho. Antes teníamos un abanico de opciones limitadas, como la propia tecnología. El contendiente que se arriesgaba con algo diferente acababa presentando un dispositivo tan voluminoso como absurdo.
Afortunadamente, la tecnología ha avanzado y los diseños mas descabellados se han acabado, como el detector de polución de la primera foto o el monstruoso Galaxy Gear. Ahora Fitbit dispone de una gama de productos interesantes y para cada tipo de usuario. En la variedad esta el gusto.
Por su parte, Microsoft nos propone su Band 2, un wearable deportivo que aspira a disponer mas funciones de los smartwatch. Con un diseño estilizado y una pantalla curvada Microsoft ha querido destacar frente a la competencia.
Duelo de ecosistemas: ¡Band frente a Fitbit!
Hemos escogido estos dos ecosistemas porque son los que mejor trabajan con dispositivos Windows, ambos cuentan con una app universal. Dos grandes ecosistemas enfocados al área del fitness. Hace poco hubiésemos indicado Microsoft Health pero, el nombre ha cambiado.
Como ya hemos indicado, Fitbit llegó primero, o no… Microsoft lleva mucho tiempo trabajando con su plataforma HealthVault, comenzaron en octubre de 2007, a la vez que Fitbit. Pero cada uno se orientó hacia una necesidad. Microsoft se enfocó en la gestión de historiales médicos y Fitbit en los wearables.
Un ecosistema o una comunidad
El ecosistema de Fitbit se basa en competir, a todos nos gusta competir y, desde el principio, pudimos retar a nuestros amigos y movernos, en todos los sentidos, a competir. Esta fue otra de las claves del éxito de Fitbit, poder competir contra otros. Además, su interfaz, renovada con frecuencia, nos convence para seguir en esta comunidad.
La principal ventaja que nos ofrece Fitbit es la variedad de dispositivos, por si fuera poco, la posibilidad de intercambiar las correas consigue que el dispositivo tenga una mayor durabilidad. Su incursión en el terreno del fitness con FitStar nos permite disfrutar de ejercicios y ver como se realizan en nuestro dispositivo.
Fitbit debe implementar al 100% FitStar en sus dispositivos y permitir la sincronización de rutinas, solo así será una compra completamente útil. De momento es un añadido muy interesante para los perezosos o los que desconocemos los nombres de los ejercicios.
La app de Fitbit ha sabido evolucionar y nos ofrece una gran variedad de opciones, aparte de las que obtenemos directamente del cuantificador. Podremos registrar nuestras comidas, los vasos de agua que bebemos o nuestro peso para llevar un control completo de nuestra salud.
Microsoft Band: Un potencial increíble con un futuro incierto
Cuando hace unos días indicaban que Microsoft Health, y sus dispositivos, se habían concebido con el objetivo de atraer a partners al ecosistema me sorprendió. Es comprensible que Microsoft se interese, como siempre, en crear un ecosistema para los fabricantes de wearables, y poner un poco de orden en esta entropía. Pero, creía que la apuesta por la Band sería equivalente a la apuesta por la Surface. Un dispositivo que marque el camino y ejemplifique.
El ecosistema de Microsoft Health, si me permitís que lo denomine así, es genial. Disponemos de más sensores que ningún otro wearable condensados en un equipo muy estilizado. Además ha sabido evolucionar y salir de su soledad para permitirnos competir en Facebook o frente a personas de nuestro rango de edad, altura y peso.
Las rutinas de ejercicio son bastante buenas, aunque continúan en inglés, y podemos enviarlas a la Band 2. Solo podemos cargar una rutina cada vez y solo se nos muestra el nombre del ejercicio. Un resultado decepcionante y que debería de aprender, o copiar, de Fitbit.
La app Microsoft Band nos permite disponer de toda la información recogida por el dispositivo y llevar un control de nuestro peso. Se echa en falta la limitación de la app para gestionar otros temas de salud como hace Fitbit. Esperamos que Microsoft continúe trabajando en Microsoft Health y pronto dispongamos de nuevas funciones.
Conclusión
Estamos ante los dos mejores ecosistemas con una app para Windows. Cada uno tiene sus pros y sus contras. Nos encanta ver como Fitbit sigue apostando por el ecosistema e incluso como se integra con Cortana. Echamos en falta pequeños detalles como la integración total de FitStar o los problemas que han sufrido algunos compañeros con la sincronización. Es uno de los líderes del mercado y mantiene su posición a pesar de existir más competencia.
Por su parte Microsoft ha sabido rejuvenecer a HealthVault pero debe terminar el trabajo que ha comenzado. En la posición de incertidumbre en la que se encuentra la plataforma no beneficia la falta de información y confiamos en que pronto se informe de los próximos pasos. En tan solo dos años ha conseguido ser el wearable más preciso y más completo del mercado. Si bien no está exento de fallos su ergonomía es sobresaliente.
Fitbit nos ofrece una gama de wearables muy amplia. Si vuestro smartphone es Windows y queréis recibir notificaciones abogad por una Band 2. Si queréis un dispositivo más barato y sencillo Fitbit dispone de una gran cantidad de opciones sin la necesidad de pedir el equipo fuera de España.