El pasado 13 de junio, durante la conferencia de Microsoft en el E3, descubrimos Project Scorpio. Una consola en la que Microsoft ya está trabajando y que verá la luz a finales de 2017.
Una de las preguntas más repetidas con el anuncio de Project Scorpio fue qué pasaría con Xbox One. Si la presentación de una nueva consola significaría la muerte de la anterior en lo que a nuevos títulos se refiere. Algo que ya dejó claro Phil Spencer que no pasaría.
A pesar de que es cierto que Project Scorpio es mucho más potente que Xbox One, el hecho de compartir arquitectura hará que los juegos de Project Scorpio sean compatibles con Xbox One y Windows 10.
Los juegos de realidad virtual llegarán sólo a Scorpio
Sin embargo, como ha indicado Aaron Greenberg, responsable de marketing de Xbox Games, no ocurrirá lo mismo con los juegos de realidad virtual, unos juegos que debido a limitaciones de hardware solamente podrán estar disponibles en Scorpio.
El fin de la generación de consolas
De la entrevista de Aaron Greenberg también ha salido alguna que otra noticia importante, como el hecho de que Microsoft apuesta más por la construcción de una comunidad de usuarios y un catálogo de juegos que por la lucha de generaciones de consolas. Y eso es justamente Project Scorpio, una actualización de hardware manteniendo tanto la comunidad de usuarios como el catálogo de juegos.
Según apunta Aaron Greenberg, lo importante es que la base de jugadores, y eso es justo lo que Microsoft está haciendo al llevar muchas de sus franquicias a Windows 10. Está incorporando a su ecosistema a los 350 millones de equipos con Windows 10.