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Por todos es sabido que el binomio Android-Google es el claro vencedor hasta el día de hoy de la gran carrera tecnológica iniciada con la aparición de los smartphones. No obstante, existen alternativas…

Si atendemos a los datos sobre la venta de smartphones durante 2013 proporcionados por Strategy Analytics, podemos observar que Android se encuentra en una situación de cuasi-monopolio, pues cuenta con la friolera de un 79% de cuota de mercado , habiendo vendido durante el pasado año la bestial cifra de 781 millones de terminales.

Por su parte, iOS, el sistema operativo móvil de Apple, se sitúa en segundo lugar con un 15,5% de cuota de mercado, cuatro puntos menos que en 2012, y ha vendido 153 millones de iPhones, una pérdida de usuarios que han migrado a Android (la mayoría) y a Windows Phone.

Y es que el sistema operativo de los de Redmond sigue ganando adeptos poco a poco, situándose en tercer lugar con un 3.6% de cuota y 36 millones de dispositivos vendidos.

La tendencia es evidente: Android se mantiene intocable en la cúspide y no ve a sus rivales por el retrovisor. El sistema operativo de los chicos de Mountain View, de la mano de Samsung y su exitosa familia Galaxy, ha conseguido inculcar en las mentes de los clientes potenciales que, si quieren adquirir un teléfono inteligente por menos de 500€, van a tener que recurrir a un terminal que corra el sistema operativo Android. Además, desde las propias tiendas de telefonía ya se encargarán de hacer todo lo posible para que salgas de allí con el “reluciente” Galaxy Ace 2 de turno bajo el brazo.

Sin embargo, Windows Phone 8 está empezando a ganar protagonismo y los famosos “tiles” le son cada vez más familiares al cliente potencial. De la mano de la extensa gama Lumia de Nokia e invirtiendo mucho capital y esfuerzo en mejorar el ecosistema Windows Phone, ya podemos hablar de una alternativa real en el mercado de smartphones al oligopolismo de Google y Apple.

La cuestión es, si yo soy un usuario de iOS o Android, ¿debería aventurarme a dar el salto a Windows Phone?, ¿echaré muchas cosas en falta de mi antiguo sistema operativo?, ¿seré capaz de convivir sin los servicios de Google?

Voy a valorar las distintas situaciones que podrían darse, aunque me será imposible analizar todas y cada una de ellas al detalle por motivos evidentes.

De iOS a Windows Phone

En primer lugar, si eres usuario de iOS, lo primero que te preguntaría es, ¿qué modelo de iPhone tienes? Si tienes un iPhone 4s o inferior, yo me plantearía el cambio a un Lumia 920 como mínimo (cualquier cosa inferior te haría echar de menos a tu antiguo iPhone). ¿Y si tienes un iPhone 5 o 5s? En ese caso, no veo necesidad ninguna de que migres a Windows Phone desde un punto de vista objetivo, pues tienes un smartphone que rinde a las mil maravillas, con una tienda de aplicaciones de gran calidad y un ciclo de actualizaciones que te asegura soporte durante algún añito más. Ojo, esta opinión es desde un punto de vista netamente objetivo, valorando únicamente criterios de utilidad y optimización del consumidor. En la realidad, como todos sabéis, nos movemos por impulsos y caprichos, y muchos de vosotros, usuarios de un iPhone 5 o 5s, podéis veros tentados de probar un dispositivo con Windows Phone 8 y no seré yo quien os prive de ello, ¡faltaría más! No obstante, en mi caso me lo pensaría muy bien antes de dar el paso y tan sólo me aventuraría a hacerlo por alguno de estos motivos:

  • Quiero la mejor cámara que exista en un smartphone y adquiriré un Nokia Lumia 1020.
  • Se me queda pequeña la pantalla de 4 pulgadas de mi iPhone y quiero cambiar de móvil sin pasar por Android.
  • Quiero probar otro sistema operativo sin renunciar a materiales premium en mi smartphone (dato: mejores materiales de fabricación que en iOS no vas a encontrar, pero la gama Lumia destaca por sus atractivos cuerpos unibody de policarbonato y, en Android, tan sólo el HTC One puede rivalizar en calidad de materiales con un iPhone).

De Android a Windows Phone

Vamos con los usuarios del robot verde. Ahora, establecer un criterio claro y específico es harto más complejo que en el caso anterior, dada la gran variedad de dispositivos con Android y la multitud de capas de personalización existentes.

Yo he sido usuario de Android y he podido probar dispositivos como los Galaxy S, Galaxy S2, Galaxy Ace, Xperia U, Xperia SP, Xperia S, Galaxy Nexus, Galaxy Note, Nexus 4 y Moto G. Puedo afirmar sin lugar a dudas que la experiencia con el Nexus 4 fue más que satisfactoria en cuestión de rendimiento y fluidez, sin embargo, sus carencias pesaban demasiado: fragilidad, cámara de gama baja, pantalla de gama media-baja, duración de la batería desesperante y calidad de sonido irrisoria; es decir, un desastre en el apartado multimedia.

Os preguntaréis, ¿a dónde quieres llegar con esto? Muy fácil, opino que en Android tienes dos opciones a la hora de comprarte un smartphone:

  • Adquirir cualquier dispositivo que no sea un Nexus (o un terminal de la gama Moto) y sufrir lags y ralentizaciones con el paso del tiempo, por no hablar de las intrusivas capas de personalización que no te dejan más opción que rootear el teléfono para ponerle una ROM de Android stock o al constante derroche de recursos que te obligará a controlar tu tarifa de datos constantemente.
  • Adquirir un Nexus 4, Nexus 5, Moto G o Moto X y disfrutar de la fluidez y potencia bruta de Android stock y sacrificar el apartado multimedia y la calidad de construcción.

Si tenéis cualquier dispositivo de gama media/baja mi consejo es: cambiaros a Windows Phone 8. Android no es un mal sistema operativo, ni mucho menos. El principal problema de Android es lo que le cuesta moverse de forma fluida y estable en dispositivos con un discreto hardware (incluso hemos visto como laggea en terminales de primer nivel en su momento como el Galaxy S3). Windows Phone te ofrece estabilidad, fluidez y funcionalidad; es un sistema minimalista y sin mayores complicaciones: olvídate del root, de las capas de personalización y de los molestos lags en la interfaz.

Sin embargo, antes de cambiarte a Windows Phone, te recomiendo hacer una lista de las aplicaciones que más usas, las que son realmente indispensables para tí, e ir comprobando una a una si se encuentran en la Windows Store. Al sistema operativo de los de Redmond se le ha achacado desde el principio su falta de aplicaciones; no obstante, este problema dejará de existir a lo largo de este año 2014, pues ya han llegado la mayoría de las grandes esperadas como Instagram o Vine y está previsto que próximamente lleguen Blackberry Messenger, Facebook Messenger y Photoshop Express, entre otras.

Por otro lado, debes valorar cuán dependiente eres de los servicios de Google: Google Drive, Gmail, Google Maps, Hangouts, Google +, Google Chrome… No obstante, has de saber que en Windows Phone tienes sustitutivos desarrollados por Microsoft (e incluso por Nokia) que pueden satisfacer las mismas necesidades que las GoogleApps: Onedrive, Outlook, Nokia HERE Maps, Skype, Internet Explorer 11…

Finalmente, el famoso apartado de la personalización: olvídate de cambiar de launcher, de ROM… En Windows Phone, las posibilidades de personalización se limitan a los “live tiles”, ese nuevo concepto de interfaz que tanto parece estar gustando, a la vista de la cantidad de compañías del sector que se están “inspirando” en ella. Podrás cambiar el orden y tamaño de los tiles, así como el color de los mismos, que se aplicará al resto del sistema, y poco más…

En resumen, y tratando de ser un poco menos ambiguo para que no terminéis de leer esto pensando: “¿me he tragado este tocho para quedarme igual que antes de leerlo?”, voy a daros una respuesta algo más esclarecedora:

Soy usuario de Android o iOS, ¿me cambio a Windows Phone? La respuesta definitiva depende fundamentalmente de un factor clave: Windows Phone 8.1 y su infinidad de mejoras y novedades, que nos traerán un sistema operativo mucho más maduro y completo que el visto hasta ahora.

Mi consejo es que os lo toméis con calma y que visitéis la sección de WIndows Phone 8.1 de nuestra web, donde encontraréis todas las noticias y filtraciones sobre la gran actualización que llegará en abril. Además, os recomiendo visualizar el vídeo de nuestro canal de Youtube en el que analizamos el SDK de Windows Phone 8.1 y podréis comprobar de primera mano algunas de las novedades que traerá esta nueva versión. Incluso la propia Microsoft ha pensado en todo y nos ofrece herramientas como ésta para hacer nuestra migración a Windows Phone menos traumática.

Mentiría al afirmar que, a día de hoy, Windows Phone 8 está al mismo nivel que iOS o Android; no obstante, me parece una apuesta realmente interesante, pues cuenta con una base inmejorable, con una actualización a 8.1 en abril que igualará el sistema operativo con la competencia y con la promesa de una maravillosa integración que llegará seguramente en 2015 con Windows One.

¿Te ha servido este artículo para despejar dudar ¿Te atreverás a dar el salto a Windows Phone? ¿Prefieres esperar a la Build 2014 y ver qué es realmente lo que nos ha preparado Microsoft?