Hace casi quince años desde que Microsoft compró la tecnología de una prometedora empresa en Rumanía, GeCAD Software. Esto dio lugar a los primeros antivirus de Microsoft, Windows Defender, que evolucionó a Microsoft Security Essentials. En la actualidad, Brad Anderson ha indicado que Windows Defender dispone de más de un 50% de cuota de mercado en grandes y pequeñas compañías. La compra de software de antivirus comienza a llegar a su ocaso.
Windows Defender se impone a su competencia
Según los datos de Microsoft, un 18% de los usuarios de Windows 7 y 8 utilizan Windows Defender mientras que más de un 50% de los dispositivos con Windows 10 utilizan esta solución. Esto lo atribuye Microsoft a la mejora en la eficacia de Windows Defender que fue reescrito en 2015. Después de ese trabajo, es capaz de bloquear casi a la perfección todas las amenazas según todos los benchmarks.
El propio Brad Anderson indica que “han estado trabajando para incrementar las capacidades de su antivirus, haciéndolo más efectivo. En 2015 los resultados de los dos mejores tests comenzaron a mejorar de manera significativa. Como podemos apreciar en la gráfica inferior los resultados pasaron de un 85% en el test de Prevalencia y ahora se encuentran en el 100% o cercados a dicha cifra. Desde entonces este ha sido su sello de identidad.
La eficacia no ha sido la única razón para usar Windows Defender. Otras compañías también gozan de buena reputación. Anderson nos explica las claves de su antivirus.
- Las capacidades de su antivirus son una gran solución. Los resultados de los test hablan por si solos. Con cinco meses en lo más alto de los test ganando a los mayores competidores hacen de Defender una solución ideal contra las amenazas más avanzadas.
- Su solución es más sencilla y más barata de mantener que la de otros. La mayoría de los clientes utilizan Config Manager para gestionar Windows 7 y Windows 10 incluyendo el antivirus. Con Windows 10, las capacidades del antivirus están incorporadas en el sistema operativo y no hay que hacer nada. Con Windows 7 no se incluyeron estas características por defecto pero se podía hacer mediante Config Manager. Ahora, no hay que mantener dos infraestructuras, una para el PC y otra para el antivirus. La propia Microsoft lo está haciendo.
- Su solución permite a los IT ser más ágiles. En Windows 10 la seguridad se encuentra en la plataforma. Cuando hay una actualización no es necesario certificar o soportar dicha actualización. Ambos productos trabajan en sincronía.
- Esta solución ofrece una mejor experiencia de usuario. Está diseñada para trabajar detrás de las escenas de manera que es menos intrusiva para el usuario y minimiza el consumo de energía. Esto supone una mayor autonomía para nuestros dispositivos.
Las últimas estadísticas de Webroot han mostrado que solo un 32% de los equipos empresariales están en Windows 10 pero que siguen creciendo. Esto seguirá condenando a terceras empresas como Kaspersky y otras. Esperamos que Microsoft siga realizando un buen trabajo para desplazar a las empresas de antivirus del mercado.