Kinect fue uno de esos aparatos que inundan las tiendas durante un periodo de tiempo, en el cual todo el mundo se vuelve loco por comprarlo, para luego pasar al más absoluto de los olvidos y no quererlo nadie. Un fenómeno temporal, no en vano vendió casi 40 millones de unidades, todo un logro por su elevado precio y disponibilidad de títulos.
Lanzado en el año 2010 para la ya vieja XBOX 360, llegó incluso a batir el récord de accesorio de consumo más vendido en menos tiempo. Juegos como ‘Just Dance’ o ‘Kinect Sport’ provocaban que hiciéramos espacio en nuestros salones para poder jugar y competir con nuestros amigos. Pero todas las modas se acaban.
La XBOX ONE
Cuándo Microsoft lanzó la XBOX ONE, Kinect ya estaba muy visto. Los jugadores ‘pro’ no lo encontraban necesario para nada y los jugadores ‘casual’ ya lo tenían guardado en un cajón junto con su XBOX 360, y ni los primeros lo querían -hubo múltiples quejas de que sólo aumentaba el precio de la XBOX ONE-, ni los segundos estaban dispuestos a gastar otros 500€ en una consola nueva, por mucho Kinect que trajera. Kinect había sido tocado y hundido.
Microsoft rápidamente recondujo la situación y empezó a eliminar la necesidad de Kinect para la experiencia en XBOX. Eso supuso un cambio de interfaz, de dashboard y la venta de packs que ya no lo incluían, con la correspondiente bajada de precio. Actualmente ya no hay a la venta ningún pack con Kinect.
¿Y para otras aplicaciones?
Sin embargo, no todo Kinect ha muerto. La tecnología de Kinect es la misma con la que nos encontramos en Windows Hello y su reconocimiento volumétrico de rostro, que podrá ser usado también para aplicaciones médicas o de cualquier otro tipo, siempre de la mano de otro fabricante, porque Kinect dejará de ser fabricado por Microsoft.